26 de agosto, viernes
Ha sido una noche lluviosa y la
predicción es que continúe así al menos durante la primera mitad del día. Habrá
que llevar a mano el chubasquero.
Salimos de Poladura, uno de los
pueblos más antiguos del valle de Arbas, cruzamos un puente sobre el río
Rodiezmo y enfilamos hacia la Cordillera, iniciando una subida pronunciada por
un camino bien definido que nos lleva al collado El Coito. Nos acompaña una
lluvia intermitente, intensa a veces, que dificulta un poco la marcha
ascendente hacia el alto de Los Romeros donde se encuentra la cruz de San
Salvador, colocada allí en 2012 por el alma mater de este Camino: José Antonio
Cuñarro Expósito alias "Ender" y un grupo de amigos.
Un poco más adelante coronamos el punto más elevado del camino del
Salvador, el Canto la Tusa, desde donde vislumbramos, al fondo del valle, el
pueblo de Busdongo del que es originario el empresario Amancio Ortega ,
fundador de Inditex. Por una vereda bien definida frecuentada por ganado, nos
dirigimos al Coto de Arbas desde donde ya se atisba a duras penas el caserío de
Arbas del Puerto, en el que se encuentra la colegiata de Santa María. El deleite de contemplar estas asombrosas
vistas sobre los valles y la Cordillera, es nuestra recompensa por el esfuerzo
de llegar hasta aquí.
Aunque hay varias historias sobre los
orígenes de Santa María de Arbas éstos se desconocen con
exactitud, sin embargo se sabe que en 1116 se acondicionó junto al monasterio
un hospital (que ya no existe) para atender a los peregrinos en el que, años
después, quedó establecido por el rey Alfonso IX que se ofreciese pan y vino a
todo peregrino que arribase. La colegiata es una de las mayores joyas del
Románico de España y está catalogada como Bien de Interés Cultural.
Por la N-630 proseguimos hacia el
alto de Pajares y antes de coronar el puerto nos desviamos a la derecha por
unas portillas, abandonando tierras leonesas y encontrando el primer mojón que
señaliza el Camino, ya en Asturias.
Ahora bajamos por una pronunciada ladera cubierta de resbaladiza hierba,
cruzamos la carretera y seguimos un camino que se difumina hasta convertirse en
sendero, que continúa por un precioso bosque de acebos y hayas hasta llegar al
pueblo de Pajares en cuyo albergue nos da la bienvenida Marisa, la simpática
hospitalera, que nos sitúa en una habitación de seis camas donde ya se ha ubicado
el resto del grupo. La comida es otro
cantar: en el Bar el Mirador, el único del pueblo, hemos de lidiar con "La
Yoli" que nos echa el chorreo por llegar tarde y sin avisar, amenaza con
dejarnos sin comer pero finalmente nos sirve unas ricas lentejas que nos
devuelven el resuello.
En Pajares no hay nada, por lo que
nos dedicamos a la colada, descansar, etc., y al atardecer preparamos un
piscolabis y luego hacemos botellón. Hoy
comienzan las fiestas y esta noche hay prevista una verbena amenizada por David Payares y sus teclados (*) en la pradera que hay alrededor del albergue, donde se
han instalado un tobogán hinchable para los chavales y una carpa para celebrar
la verbena desde las 12,00 de la noche a 6,00 de la mañana. Así que lo tenemos
claro: esta noche no dormimos, veremos quién camina mañana.
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Alto de los Romeros |
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Al fondo se ve Busdongo |
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Paco Calata con el amigo John |
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Colegiata de Santa María de Arbas |
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!Atención, campo de minas! |
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Este debe ser el artificiero que las ha colocado |
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Albergue de Pajares |
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Botellón y cena |
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