20170121

PAJARES - POLA DE LENA






27 de agosto, sábado
         
          ¡Malditos roedores! Efectivamente no hemos dormido na de na.  Tengo las canciones de David Payares grabadas a fuego en el cerebro y hoy tenemos por delante la etapa más larga de todo el Camino. Pero no vale lamentarse.

          Para dejar el albergue hay que llamar y despertar a la entrañable Marisa porque alguien ha cerrado la puerta con llave desde fuera y no podemos salir (fallo de seguridad).  El ánimo, el buen carácter y la disposición de la hospitalera relaja la situación y la hace divertida.

          Una increíble bajada de 1,6 km hasta San Miguel del Río nos deja los cuádriceps hechos jirones.  Un poco más adelante cruzamos el río y subimos hasta Santa Marina, pasamos unos portillos, caminamos un par de km y nos plantamos en Llanos de Somerón donde Toni consigue unas buenas cervezas en el hogar del pensionista, nuestra casa. Continuamos unos 5 km por carretera sin tráfico hasta la entrada de Puente los Fierros, luego una intensa subida por camino a Fresnedo y desde aquí, de nuevo, el espectáculo: precioso y mágico bosque que, de vez en cuando, nos permite vistas impresionantes a los valles.  Transitamos por este camino montaraz unos 5 km pasando por la ermita y la fuente de San Miguel, también junto a algunas casas de labor abandonadas que cubre la maleza hasta llegar a Herías, en cuyo lavadero nos relajamos un rato, y ahora un descenso vertiginoso de casi 2 km hacia Campomanes donde almorzaremos.

          Cruzando la carretera y el puente sobre el río Pajares, tomamos a la izquierda un paseo fluvial asfaltado que nos lleva a la ermita prerrománica de Santa Cristina de Lena (s. IX) ubicada en lo alto de una colina y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985.  Tras la visita y un poco de relax, descendemos por un camino empedrado hasta las vías del tren y continuamos por otro camino asfaltado paralelo a la carretera que nos introduce en Pola de Lena pasando junto al campo de fútbol.

          El albergue, ubicado en un edificio multiusos junto a la estación de tren, es amplio, cómodo y limpio y en él encontramos al irlandés John y al silencioso italiano con los que vamos coincidiendo a diario.

          Para cenar nos recomiendan el restaurante-taberna FilanGuiru en la calle Severo Ochoa núm. 6, y para allá nos dirigimos dando un paseo por el centro de la ciudad. Acierto absoluto. Un preámbulo cervecero y unas fabes espectaculares con carne de ciervo hacen que el cansancio desaparezca.  Lo malo va a ser esta noche cuando hagan su efecto, seguro que habrá concierto de vientos varios.

PINCHANDO EN UNA FOTO PUEDEN VERSE TODAS A MAYOR TAMAÑO

Viernes 26 (ayer) gran verbena. Cagoentoloquesemenea.....

























La muestra de este año para cuando toque la bonoloto

Ermita de Santa Cristina de Lena










Fabes con ciervo. ¡Fabulosas!


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